PARROQUIA SAN VICENTE FERRER

De todos los templos religiosos que tiene Godoy Cruz, sin duda, uno de los más representativos, es la parroquia San Vicente Ferrer, ubicada, en la actualidad, en calle Lavalle al 60. Como señala Mastrángelo, es uno de los primeros centros donde se nuclearon, en el siglo XVIII, los primeros habitantes de la zona (2016:142), que, sumado a la presencia de edificios emblemáticos, negocios y la presencia de la plaza, la localidad se convirtió en cabecera departamental hasta alcanzar el rango de ciudad (Breverman-Girini, 2017:3).

Antecedentes

En el año 1753, Don Tomás de Coria y Bohorquez (1723-1782) estableció en sus terrenos, un oratorio erigido en honor al religioso español, miembro de la orden dominicana, San Vicente Ferrer. Este sitio, venía a satisfacer las necesidades religiosas de los habitantes de la región, los cuales concurrían allí a celebrar bautismos, casamientos, novenas, etc. El lugar cobró tal importancia que en 1786 fue declarado viceparroquia, dependiente de la Iglesia Matriz de Mendoza, por el Monseñor Manuel de Alday, oriundo de Chile. En tanto que, en 1804 se elevó a rango de parroquia alrededor de la cual se estableció un poblado llamado Villa de San Vicente.
Esta parroquia, hasta 1861, estuvo situada en el terreno frente al ángulo noreste de la plaza actual de Godoy Cruz, entre las calles Antonio Tomba, Rivadavia y Balcarce, hasta el actual Espacio Verde Luis Menotti Pescarmona (Mastrangelo, 2016:143). Sin embargo, el terremoto acaecido el 20 de marzo de 1861 en toda la zona de Cuyo, destruyó parcialmente el templo.

Parroquia San Vicente Ferrer

El progreso que se estaba llevando a cabo en la zona, con la llegada del ferrocarril y el establecimiento de importantes empresas industriales, sumado al creciente aumento demográfico de la población, exigió una reconstrucción del templo que estuviera a la altura de la nueva ciudad. Junto a los vecinos e integrantes de la comisión pro-templo, como Balbino Arizu (1858-1936), decidieron edificar una nueva iglesia situada al oeste de la cuadra sur, frente a la plaza departamental. El 7 de octubre de 1906 se comenzó a erigir y un 18 de mayo de 1912, fue inaugurada y consagrada por el obispo José Américo Orzali (1863-1939). La ornamentación y decoración quedaron a cargo del Padre Celestino Arce (1889-1950), igualmente, desde 1979, se realizan constantemente obras de remodelación en la parroquia, incluyendo el solar de la Virgen de Lourdes y el monumento al Tropero Sosa, ubicado al costado oeste de la parroquia.

Análisis arquitectónico de la Iglesia

Análisis arquitectónico de la Iglesia

“El arte sagrado y, especialmente, la arquitectura están afrontando desde hace décadas la asimilación, en sus respectivos ámbitos, de las directrices del Concilio Vaticano II sobre la Liturgia, con lo que esto comporta sobre el sentido del culto y de los edificios destinados al culto (Rodríguez, 2003:297)”

El Neogótico, como movimiento arquitectónico en Europa, surge en el siglo XVIII en respuesta al Neoclasicismo de mitad de siglo y al Barroco. Se desarrolló principalmente en Francia, Alemania e Inglaterra con el fin de recuperar los valores nacionales, la espiritualidad y la religiosidad de la Edad Media, frente a la industrialización de las ciudades y el neoclasicismo universal (Braverman-Girini, 2007: 9). A finales del siglo XIX, este estilo se propagó por diversas provincias de Argentina gracias a la llegada de inmigrantes británicos y alemanes y al desarrollo del ferrocarril. No obstante, su difusión en la arquitectura eclesiástica se relacionó con la publicación de un artículo, autoría del Ingeniero Carlos Pellegrini para la Revista del Plata en el año 1854, en el que describe los templos neogóticos que ya existían por entonces en el país (Braverman-Girini, 2007:10), generalmente metodistas y protestantes.

Si bien la inauguración de San Vicente Ferrer fue en 1912, durante los años siguientes la iglesia continuó refaccionándose, bajo los esfuerzos del padre Celestino Arce, con el apoyo económico de figuras destacadas del departamento como Antonio Tomba, Olalla Pescara y Baldino Arizu. Algunas de estas remodelaciones corresponden a los años 1923 (graderías), 1980 (vitrales) y 2005 (iluminación exterior).

El lenguaje Neogótico se desarrolla sobre todo en el exterior del templo. Además, a nivel constructivo, posee influencia de iglesias de Chile, como Nuestra Señora del Carmen de Viña y la iglesia del Perpetuo Socorro de Santiago, que tienen en la base del edificio una estructura de cemento armado sin ladrillos, óptimo para soportar los temblores de la región.

Descripción arquitectónica

EXTERIOR

La fachada del edificio se encuentra ubicada sobre calle Lavalle, precedida por una pequeña escalinata y un atrio. Posee una decoración sobria y refleja la composición interior de tres naves, señalada por los respectivos accesos a las mismas (característica común del gótico francés clásico). Las naves se delimitan por columnas adosadas que rematan en pináculos. La principal destaca por su altura, que concluye con falso techo a dos aguas, y por su portada.
La entrada principal, se resuelve con cuatro filas de jambas sin decoración que rematan en arquivoltas creando un espacio abovedado; todos estos elementos se encuentran despojados de decoración. El conjunto, es coronado con un gablete triangular con un falso rosetón de piedra adherido al muro. Detrás de la portada destaca un ventanal de grandes dimensiones, con simulación de tracería en piedra.
Las portadas de las naves laterales se diferencian en su decoración, también sencilla, que simula en la piedra un arco conopial y sobre ellos unas falsas ventanas de dos paños coronados por un triforio con un arco apuntado.
Interesante es resaltar la torre de tambor octogonal, ubicada en el coro, terminada con un pináculo ornamentado con caladuras de trebolillo (Braverman-Girini, 2007:11).

Interior

La fachada del edificio se encuentra ubicada sobre calle Lavalle, precedida por una pequeña escalinata y un atrio. Posee una decoración sobria y refleja la composición interior de tres naves, señalada por los respectivos accesos a las mismas (característica común del gótico francés clásico). Las naves se delimitan por columnas adosadas que rematan en pináculos. La principal destaca por su altura, que concluye con falso techo a dos aguas, y por su portada.
La entrada principal, se resuelve con cuatro filas de jambas sin decoración que rematan en arquivoltas creando un espacio abovedado; todos estos elementos se encuentran despojados de decoración. El conjunto, es coronado con un gablete triangular con un falso rosetón de piedra adherido al muro. Detrás de la portada destaca un ventanal de grandes dimensiones, con simulación de tracería en piedra.
Las portadas de las naves laterales se diferencian en su decoración, también sencilla, que simula en la piedra un arco conopial y sobre ellos unas falsas ventanas de dos paños coronados por un triforio con un arco apuntado.
Interesante es resaltar la torre de tambor octogonal, ubicada en el coro, terminada con un pináculo ornamentado con caladuras de trebolillo (Braverman-Girini, 2007:11).

Bienes artísticos-religiosos del interior de la Parroquia San Vicente Ferrer

“Todas las obras de arte de inspiración cristiana son expresiones de una espiritualidad universal y local. Pueden coincidir con la búsqueda religiosa, individual y comunitaria, alcanzando, en algunos casos, formas de total sintonía espiritual entre el camino creativo y fruitivo (PCBCI, 1999).”

Mediante la investigación en el archivo que alberga la iglesia de San Vicente Ferrer, se ha podido constatar que la mayor parte de la ornamentación y decoración del interior fue resultado de una serie de acciones por parte de los sacerdotes que se sucedieron a lo largo de la historia del templo. Se puede nombrar al presbítero Celestino Arce, como el principal responsable de gestionar las actividades que la parroquia necesitaba para la obtención de fondos para estos fines. Además, la acción conjunta de los vecinos y de las familias más adineradas de la época, fueron clave para la recaudación de dinero y materiales.

El edificio cuenta en su interior con pinturas, esculturas, muebles, figurillas, relieves, entre otros bienes. Se considera a los retablos, que adornan sus naves, los protagonistas de esta sección. Los mismos, cuentan con una compleja estructura, dispuesta delante del muro de cierre de una capilla, que conjuga  arquitectura, escultura y  pintura. El origen de estas obras de arte, se remonta a la antigua costumbre litúrgica de colocar reliquias o imágenes de santos sobre los altares, para su adoración. (Benítez, s/d:8).

Se visualizan dentro del sitio cuatro retablos mayores, y dos retablos menores.

Retablos mayores

Retablo lateral izquierdo 

se encuentra en el extremo izquierdo del transepto de la iglesia, y junto con su par en la ubicación contraria, son el resultado del Taller de Arte y Carpintería Salvador Barilari. En su calle principal, se yergue la dramática figura de Jesús en la Cruz, junto a la figura de la Virgen María y San Juan representando el momento donde “Jesús, al ver a su madre, y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre»” (San Juan 19, 25-27). A su vez, el conjunto, se encuentra custodiado a la derecha por la figura de San Cayetano Thiene, Santo de la Providencia y Patrono del pan y del trabajo, y a la izquierda, San Antonio, doctor de la Iglesia, cuya escultura es del artista godoycruceño Ricardo Ariel Cubisino.

Retablo izquierdo (zona del altar)

Consagrado al Sagrado Corazón de Jesús, la figura principal se encuentra en la calle central del retablo. A la izquierda, se observa la escultura de Santa Rosa de Lima, identificada por sus atributos característicos de la corona de rosas, el ramillete de flores, el velo de la orden dominica, y el infante en brazos. En cambio, en la calle lateral derecha, se encuentra la figura de Santa Rita de Casi, con el velo de la orden de San Agustín y la Santa Cruz en sus manos.

Retablo derecho (zona del altar)

En el nicho principal, sobre la calle central, se encuentra la escultura de San José, reconocible por el Niño Jesús sentado en su brazo izquierdo. En tanto que en la calle lateral derecha, se eleva la figura de Santa Elena acompañada por la Santa Cruz, haciendo alusión a la cruz encontrada en el monte Calvario donde Cristo fue crucificado. Finalmente, en la calle lateral izquierda, se eleva la figura del joven San Luis de Gonzaga, patrón de la juventud, que la Sra. María Giacomasi de Stocco, vecina de Godoy Cruz, donó en el año 1944.

Retablo lateral derecho

Ubicado en el extremo derecho del transepto, es una de las obras con mayor presencia dentro de la iglesia. Como se dijo anteriormente, fue realizado en conjunto en el Taller de Arte y carpintería de Salvador Barilari, y sus imágenes fueron donadas por vecinos godoycruceños durante las década del ´40 y ´50. En su calle principal se eleva la gloriosa figura de la Virgen de la Inmaculada Concepción, María Reina del Universo, quien se alza sobre una serpiente rodeando una esfera celeste. Ésta imagen es custodiada hacia la izquierda, por la escultura de Santa Lucía, virgen y mártir cristiana, patrona de la vista, quien sostiene en su mano izquierda los ojos que le fueron arrancados durante su martirio. En tanto que a la derecha se encuentra la escultura de Santa Inés de Roma, casta y mártir de la época de Dioclesiano, que pudo mantener su virtud y por ello se la representa acompañada del cordero en sus brazos.

Retablos menores

Retablo menor de Santa Teresa

Ubicado en el sector izquierdo, es el primer retablo de la nave lateral, cuya autoría pertenece al Taller de Arte y Carpintería de Salvador Barilari. Se presenta, en solitario, la figura de Santa Teresa, la primera mujer Doctora de la Iglesia, fundadora de la Orden de las Carmelitas descalzas. Adornan el retablo, figurillas donadas por los vecinos de la comunidad.

Retablo menor

Fue una donación de la comunidad maronita de Godoy Cruz y su autoría pertenece al artista de la madera Juan B. Majo y Cia. La figura principal, ubicada en la calle central, es la de San Judas Tadeo, patrono de las causas perdida, y que porta en su pecho la característica medalla dorada de la “Imagen de Edesa” con el rostro de Cristo. En su lado izquierdo, en menor dimensión, se haya la figura de San Juan Marón, el santo hombre, defensor de la fe católica en las regiones orientales y patrón de la orden maronita libanesa de Mendoza. Finalmente a la derecha, se observa la figura de San Martín de Porres, el primer santo mulato de América y de la orden de los dominicos.

Finalmente, cabe remarcar que en la actualidad se está llevando a cabo un relevamiento de los objetos artísticos religiosos que se encuentran en el interior de la iglesia. Si bien hay escritos sobre el edificio, su simbolismo religioso y su relevancia histórica-social, falta una investigación de los bienes patrimoniales con los que cuenta la parroquia dentro de sus paredes.

Texto y selección fotográfica: Segura Andrea, Gutierrez Camila, equipo MUVI GC,  Proyecto PR2021-21- UNCUYO.

Fotografìas: Eduardo Amìn

Fuentes

Archivo de la parroquia San Vicente Ferrer.

Texto sagrado La Biblia, edición Latinoamericana.

Referencias:

Mastrangelo, F. (2016) Godoy Cruz, una historia, Del barrio de San Vicente a la ciudad de hoy. Municipalidad de Godoy Cruz: Bicentenario de la Independencia.

Arancibia, J. M. (2015). El patrimonio religioso y cultural [en línea], Anuario Argentino de Derecho Canónico, 21.Disponible en http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/ revistas/patrimonio-religioso-cultural-arancibia.pdf

Rodriguez, P (2003) Cinco tesis sobre el sentido de los «templos» en la Iglesia Católica. UNAV. Recuperado de: https://dadun.unav.edu/bitstream/10171/20779/1/Cinco%20tesis%20sobre%20el%20senrido%20de%20los%20templos%20en%20la%20Iglesia%20Cat%C3%B3lica.pdf

Bibiloni Abbona, V. (2021) Iglesia San Vicente Ferrer: un templo neogótico en Mendoza. Recuperado de https://mendoza.italiani.it/scopricitta/la-iglesia-san-vicente-ferrer-un-templo-de-estilo-neogotico-en-mendoza/

Braverman A. Girini, L. (2007)  SAN VICENTE FERRER. Patrimonio Arquitectónico y Urbano de Godoy Cruz. Recuperado de: https://um.edu.ar/wp-content/uploads/San_Vicente_Ferrer-BRAVERMAN-GIRINI-2007.pdf

Manzi, O. (s/d) Arquitectura religiosa neogótica en Buenos Aires. Los templos metodistas. Recuperado de: http://eventosacademicos.filo.uba.ar/index.php/payro/III1998/paper/viewFile/1486/573

(Noviembre 2022) Entrevista a Padre Eduardo López, realizada en la Catedral de Loreto.